la magía de una historia

Lo que más disfruto en esta vida es platicar con las personas. Desde chiquito mi mamá se divertía mucho por que era muy  “parlanchín”, hablaba hasta por los codos. Conforme fueron pasando los años fui desarrollando una habilidad la cual me llevó a decidir el trabajo en el que me quería desempeñar. Me considero un gran chismoso por que me gusta estar enterado de lo que pasa con otras personas.

Me gusto mucho platicar de diferentes temas, , todos siempre tenemos una gran historia que contar solo es cuestión de hacer la pregunta correcta. Los adultos mayores o “abuelitos”, como les solemos decir son personas con grandes temas de conversación tienen historias muy interesantes, su experiencia les ha hecho vivir cosas sumamente interesantes.

Mi trabajo es algo fascinante, cuento historias. Me gusta el terminó “cuenta cuentos” o storyteller, en inglés porque describe perfectamente lo que soy. Una entrevista no siempre tiene que ser de carácter serio, hay personas que tienen historias dignas de ser publicadas. He conocido historias de éxito, tragedia y esperanza las cuales me han hecho crecer no solo como periodista sino como persona.  

Sin embargo a mis 21 años hay una clase de platica que es la que disfruto más, la que sostengo con niñas. Para mi una mujer con un tema de conversación la convierte en una mujer sumamente interesante. Los sentimientos de las personas van de la mano con la clase de platicas que sostienen con la otra persona. Hay momentos que no vuelven a pasar, hay que valorar el presente el ahora. En ocasiones una simple platica puede convertirse en algo más.

Un buen vino, un tequila derecho, el sabor de un buen puro dominicano son la combinación ideal para sensibilizar nuestros sentidos antes las relaciones con otras personas. En mi vida, las historias que más atesoro con las que están detrás del micrófono amarillo en ellas yo soy el protagonista y puedo hacer mi propia suerte.